sábado, 4 de mayo de 2013

Una chica difícil, que no mujer

Todos cometemos estupideces. Todos cumplimos 20 millones de tópicos que nos empeñamos en negar. Todos decimos alguna frase de amor que parece sacada de un manual, por mucho que escapemos de ello. Todos.
Empezar un blog para mí es una gigante estupidez, os diré porqué.

Llevo 22 años de mi vida empezando cosas sin acabarlas. ¿Porqué hago esto? No lo sé, quizás porqué no sé bien lo que quiero, quizás porque me gusta estar en continua búsqueda de cosas nuevas.
Lo único que he sacado en claro es que este es mi quinto blog, después de uno que reunía todos mis desencantos emocionales en forma de relato, otro que recogía fotografías de todas mis colecciones, otro que contaba mis aventuras en Roma y otro obligatorio para mi clase de inglés.

Ahora yacen todos ellos pidiéndome que les saque a pasear. Pero yo voy con dos narices y me embarco en el segundo asalto, al que en realidad debería llamar quinto, sexto, o séptimo.
¿Por qué lo hago?
Me divierte escribir. Me parece placentero. El sonido de las teclas, su tacto.
Mi padre siempre hace mucho ruido con las teclas de su ordenador, quizás me recuerde a casa y por eso me guste tanto este sonido, puede ser.

Y digo que me recuerde a casa porque ahora mismo puedo decir que he vivido, vivo, y viviré en Roma. Y esto me hace muy feliz, muy muy feliz, porque es una ciudad espectacular. Y dentro de un par de meses me temo que esa frase cambiará.

Yo creo que para empezar este texto va bien. ¿Qué os parece? Yo creo que es suficiente.


Os diré que en esta foto se esconde el protagonista de todo. El protagonista del segundo asalto. Y el otro luchador.

A domani :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario